A las 17:00 horas de este jueves 20 de mayo, se efectuó la ceremonia de apertura y escrutinio del plebiscito de ratificación de los nuevos estatutos ANEII-ANEIICH aprobados en la última Asamblea Nacional Extraordinaria convocada para estos efectos, los que fueron respaldados por el 55% de los y las asociadas que participaron de esta votación, obteniendo amplias y contundentes mayorías en 13 de las 16 regiones del país, según se puede apreciar el cuadro de resultados adjunto al final de este comunicado.  

Lamentablemente, pese a la amplia aprobación de estos nuevos estatutos superando en más de diez puntos porcentuales a la opción rechazo, no se logró alcanzar el quórum requerido por la Dirección del Trabajo para su registro e inscripción (50%+1 de socios/as vigentes), debido a la decisión unilateral de las directivas de la Región Metropolitana, Chillán y Valdivia, de no respetar los acuerdos adoptados por la máxima instancia de decisión de nuestra organización sindical, en la cual participaron activamente, tanto a través de la formulación de propuestas, conducción del debate, votaciones y redacción del texto final de los nuevos estatutos, que estuvo a cargo de una comisión conformada por 2 representantes de cada zonal (Norte, Sur, Centro y Metropolitana),  en la que estuvieron representados por el propio presidente de la Regional Santiago Oriente y una socia de la regional Santiago Centro.

Rechazamos de forma tajante la campaña de desinformación impulsada por estas directivas regionales, que no permitieron la participación de nuestro Directorio Nacional en sus respectivas asambleas, además de elaborar y difundir comunicados y “gráficas informativas” llamando a rechazar los nuevos estatutos, con informaciones erróneas o derechamente falaces, tal como lo señaló con claridad la propia Comisión Redactora de los Estatutos n su comunicado enviado el mismo día de inicio de las votaciones.

Lamentamos que una fracción minoritaria de nuestros dirigentes persistan en malas prácticas sindicales que buscan perpetuar una situación de conflicto que sólo afecta a nuestros/as asociados/as, además de ejercer un veto arbitrario y antojadizo a los avances que nuestra organización ha concordado en forma amplia y democrática.

¿Es posible entender entonces que estos/as dirigentes se oponen a la descentralización de nuestros procesos de toma de decisión, con el reconocimiento de más derechos y beneficios para nuestros/as asociados/as, incluir cuotas de género en todos nuestros órganos, con la implementación de una distribución más solidaria de los recursos destinados a directivas regionales, con la creación un Consejo de Socios Pensionados que rescate la experiencia de nuestros socios que jubilan, con la modernización de nuestros procesos de trabajo y la incorporación de mayores estándares de transparencia y ejercicio de nuestro rol de dirigentes?

¿Es posible entender también que estos/as dirigentes no reconocen a la asamblea como el máximo órgano de decisión de nuestra organización y que no valoran el trabajo y acuerdo colectivo bajo el pretexto que “afectarían el trabajo sindical de sus regionales”?. Esta actitud es solo comparable con el atrincheramiento del rechazo visto en nuestro último plebiscito nacional.

Por esta razón emplazamos públicamente a cada uno de estos directorios regionales, a expresar con claridad cuáles son sus propuestas concretas para dar viabilidad a estos avances que nuestra organización ha decidido reiteradamente implementar, pese a su postergación por más de 10 años y 3 intentos infructuosos. Para ello, convocaremos la realización de asambleas regionales donde debatiremos de cara a nuestros/as asociados/as, cada uno de los puntos de diferencia y sus propuestas para superarlas.  

Asimismo, como Directorio Nacional hacemos una profunda autocritica a partir de los resultados de este plebiscito, que demuestran que erramos en la interpretación de que existía una voluntad transversal de todos los actores que conforman nuestra organización, de suscribir un acuerdo amplio que permitiera dar inicio a un nuevo ciclo, que sin desconocer nuestras legítimas diferencias internas, permitiera retomar una senda de unidad en el trabajo de defensa y promoción de los derechos de nuestros asociados, y para enfrentar los múltiples desafíos que surgen para nuestras organizaciones sindicales a partir del proceso constituyente y el debate en torno a nuestra autonomía institucional y modificaciones de fondo al sistema tributario vigente, no obstante, como Directiva Nacional no nos arrepentimos de la sana confianza que depositamos en  las Directivas Regionales de Chillan y Valdivia que en diversas ocasiones nos manifestaron su explicito apoyo a este proyecto.  

También los resultados reflejan el rotundo fracaso de nuestra estrategia de trabajo territorial en la Región Metropolitana, que no solo no ha posibilitado acercar posiciones entre nuestros directorios, sino que por el contrario, ha acrecentado aún más nuestras diferencias, exhibiendo un comportamiento regional que no se registra en ninguna otra zona del país.

De igual forma, comprendemos que los procesos de cambio, requieren o viven al menos tres etapas antes de ser implementados y desarrollados, en un principio son ridiculizados como sucedió el año 2017 cuando un grupo transversal de 15 dirigentes junto las firmas para llamar a asamblea extraordinaria y presento una propuesta de reforma, en una segunda etapa reciben una violenta oposición, la cual se observó en una campaña minoritaria pero concertada, en donde como se mencionó anteriormente se excluyó del debate, presentando argumentos falsos y erróneos desconociendo a la voluntad mayoritaria de la organización, para posteriormente ser aceptados, camino que hemos decidido transitar, pues para llegar construir organización se requiere proponer y no rechazar, se requiere escuchar y no enrostrar largos años de dirigencia sindical.

El trabajo sindical, sobre todo en los tiempos difíciles como los que enfrentamos, requiere de análisis, formación y dialogo. El permitirse la invención permanente de enemigos personales, en uno u otro contexto, no solamente es nocivo para la organización, sino resulta nocivo para todo ámbito de la vida.

El planteamiento que la Asamblea es el órgano soberano y deliberante máximo de nuestra organización, no debe ser un discurso repetitivo ni vacío, que hemos vivimos durante décadas en nuestro país. En este contexto, es necesario entender que las instituciones sociales fructíferas se construyen y desarrollan en virtud del colectivo y no de falsos referentes, se hacen en virtud del trabajo concreto y no de discursos vacíos.

Por todas estas razones, como Directiva Nacional visitaremos todas las Direcciones Regionales donde el presente documento fue rechazado, para informar de forma directa los acuerdos que se nos impidió dar a conocer, y a su vez, para recoger todas las nuevas propuestas y acuerdos necesarios para que nuestra organización mire al futuro, y no se enlode en el pasado.

Por último, reafirmamos nuestra voluntad de implementar todas las acciones que sean necesarias para revertir el conjunto de problemas ya mencionados, de modo tal que en nuestra próxima Asamblea Nacional, podamos revalidar esta propuesta de modificación de estatutos, realizando los ajustes que sean necesarios para contar con el consenso transversal que se requieren para implementar el conjunto de transformaciones que nuestros asociados y asociadas nos vienen demandando por tantos años.

Fraternalmente

Directorio Nacional ANEIICH

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