Tras terminar el proceso de apoyo de iniciativas populares de norma, como la presentada por ANEIICH, AFIICH, ISP y otras organizaciones para Servicios Públicos universales y de calidad y política fiscal justa para derechos universales, el constituyente Jorge Baradit habló de los desafíos para la construcción de una nueva Constitución.
¿En qué etapa está la Convención Constitucional y qué significa tener una nueva directiva?
La Convención está en la etapa definitoria. La Convención partió sus primeros 6 meses desarrollando la institucionalidad, la construcción del barco para iniciar este viaje, que es la escritura de la Convención. Es importante señalar que la Convención no está ni un minuto adelantada, ni un minuto atrasada del cronograma que se dio.
En diciembre ya comenzamos la concreción de las normas y en paralelo se desarrolló el proceso de participación popular, primero a través de las audiencias, donde cualquiera podía ir a exponer a las comisiones de la Convención y después con las iniciativas populares de norma que permitió que la ciudadanía, a través de grupos o manera individual presentarán una iniciativa y si se superaban las 15 mil firmas podían pasar a la Convención para su discusión.
Todo este proceso continuó en enero con la apertura del Cabildos. A partir del 3 de enero las personas pueden organizarse en grupos a partir de 7, de 10, 40; mínimo 7. Ahí pueden deliberar sobre los temas que le competen a la Convención, entregar en la plataforma digital las conclusiones. Todas ellas se sistematizan, se procesan y terminan como mandatos.
Junto con eso, los convencionales también presentamos normas. Ya hay una cantidad de normas, yo tengo presentadas todas aquellas relacionadas con el artículo primero, donde definimos el Estado, la República, la Democracia, por ejemplo, que Chile debe ser un Estado Plurinacional, paritario, preocupado del medioambiente de la ecología, etc; que vamos a ser un Estado Social de Derecho, está es la gran revolución que estamos llevando en la Convención.
El 1 de febrero comenzaron las votaciones para ver qué queda en la Convención. Entonces, durante este periodo debemos llegar a acuerdos entre los distintos actores para llegar a puntos medios. De esa manera la Constitución nos va a representar a todos.
Entonces, ¿cómo van con los tiempos?
Estamos con tiempos muy justos, estamos sobrepasados de trabajo, pero dentro del cronograma. Tuvimos que ajustar las jornadas territoriales y le robamos horas al día, incluyendo sábados y domingos. Estamos cansados, pero también sabemos que esto será un año y es por el bien de todas y todos.
¿Qué significa que una iniciativa de norma haya logrado las 15 mil firmas?
La iniciativa, primero debía pasar por un periodo de admisibilidad que puede demoraba 10 días. Se hizo un filtro si está bien escrito, si cumplía los requisitos, si la persona que la presentó estaba identificada. Ahí pasó a una segunda etapa para saber si era pertinente o no y si cumplía con los tratados internacionales de derechos humanos, eso es importante. Luego de eso pasó a la última etapa que es de revisión de los convencionales y se subió a la plataforma digital.
Tras juntar las firmas, la mesa de la Convención determina el lugar, la comisión a la que debe ir y se invita a la persona que presentó la iniciativa para que la exponga y ahí ver si es pertinente y si es así pasa al pleno, donde se termina de definir si una iniciativa queda o se rechaza.
Y sobre la nueva directiva que deberá estar los 6 meses restantes…
Esta nueva etapa, según mi punto de vista, necesitaba una dirección menos simbólica y más administrativa, más práctica, de más bajo perfil frente a esta pareja real que era Jaime Bassa y Elisa Loncón.
A mí me parece muy bien que esta nueva administración sea de bajo perfil, de un trabajo silencioso. Ellos van a tener que enfrentar un desafío y es que la alianza, es decir, la cantidad de gente que se juntó para elegirlos mesa directiva, no todos son del mismo sector político y por ende no todas las ideas son muy parecidas y va a ser importante que ellos lleguen a formas de acuerdo.
¿Crees que la Convención se podrá poner de acuerdo y lograr los 2/3 al momento de discutir la Constitución?
Yo creo que sí, no tenemos otra alternativa, esas son las reglas que se terminaron aprobando. Hay que ver la mitad del vaso lleno y eso nos va a permitir que la Constitución sea aún más de todos. A mí me hubiesen gustado los 3/5, voté por esa opción, pero 2/3 son 8 votos más que tendremos que buscar, salvo las personas que están buscando sabotear la Convención. Hay un grupo de ultraderecha que serán 8 a 10 personas y un poco más, a veces, que no les interesa si esto anda bien o anda mal. Pero hay otro grupo de la derecha que es importante considerar producto de los 2/3 y que están a favor de conversar los temas.
¿Cómo se puede construir un sistema tributario más justo y derribar la desigualdad en la nueva Constitución?
Cuando te sitúas en Estado Social de Derechos, te sitúas desde una obligación, que es que entre todos solucionar los problemas de todos, sobre todo en un país donde el diagnóstico es súper claro: los ingresos chilenos siempre han sido bajos, lo que significa que una persona no se puede pagar con su propio dinero un cáncer en salud, tampoco una buena educación para llegar a la universidad y menos ahorrar para tener una buena previsión. Entonces es evidente que una solución para este país es una sociedad solidaria que sea capaz, con la colaboración de todos, conseguir el bienestar integral.
Este es un país que necesariamente tenemos que tener una política redistributiva y una política tributaria que apunte a esa dirección, donde todos colaboren con todos de manera de lograr el bien común. El individualismo, asociado al neoliberalismo, puede funcionar muy bien en los países tienen ingresos altos y donde cada cual se pueda costear la vida, acá no se puede.
Y en esa línea, ¿Crees que se pueda lograr la institucionalidad del SII?
Sí claro, es una discusión que está en el aire, se está conversando y hay mucho apoyo en ese sentido. Generalmente las ideas de la Constitución están bien consensuadas y lo que hay son énfasis y en todo sentido.
Robustecer lo público también es una idea generalizada, también es una solución, no es el regreso a una antigua política; es como este país debería enfrentar los problemas.
¿Cómo podríamos aportar como asociación a esta etapa que viene?
Siempre, esta Constitución tiene ese espíritu colaborativo, escuchando a todas y todos, a gremios. Lo que yo estoy planteando en temas de participación surge desde la sociedad civil, donde se planteó el tema, expertos que fueron a exponer a las comisiones. Esto es producto de un diálogo y las maneras de colaborar son varias, conversando con los convencionales, participando, defendiendo la Convención, porque como cualquier otra iniciativa tiene detractores y son muy poderosos. ¡A defender la Convención!
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