El día de ayer, se tomó conocimiento de un séptimo funcionario contagiado de COVID, en un nuevo brote detectado la semana pasada en la Dirección Regional Copiapó, donde lamentablemente se constatan los mismos errores y malas prácticas de implementación de los protocolos de respuesta observados en las Subdirecciones de Informática y Administración, lo que sumado al alto número de personas contagiadas, derivará en la intervención de la Seremi de Salud de Atacama.
De acuerdo a la información recopilada, el brote de contagio surge por un funcionario al que se le hizo trabajar de forma presencial, pese a presentar evidentes síntomas de la enfermedad, situación que se vio agravada por la negativa de la Directora Regional, Alicia Navea Rodríguez, a cerrar las dependencias regionales una vez conocido el resultado positivo del examen PCR, y su decisión de implementar sanitizaciones restringidas a sectores, en la medida que se fueron conociendo nuevos contagios.
Asimismo, sólo se accedió a realizar exámenes PCR a la totalidad de las y los funcionarios presentes dicho día, posterior a la insistencia de nuestra Directiva Regional y la ratificación de nuevos contagios, ejercicio que permitió identificar personas contagiadas asintomáticas. No obstante, en esta acción se excluyó inexplicablemente a un trabajador en calidad de reemplazo.
¿Cuántos desastres más deberá aguantar nuestra regional Copiapó para que se priorice a las personas que trabajan en ella por sobre la “continuidad operacional”?
La política de omisión y desconexión de la realidad del actual equipo directivo está alcanzando niveles nunca antes vistos, con evidentes contradicciones entre el discurso oficial del “afecto de siempre” con prácticas directivas que exponen la salud y vida de nuestros colegas, inclusive incorporando a funcionarios de grupos de riesgo en el caso de la Dirección Regional de Copiapó.
Pese a los compromisos explícitamente adquiridos en los brotes anteriores, aún no se permite la participación de nuestras asociaciones de funcionarios en una Mesa de trabajo COVID, que permita gestionar de forma colectiva esta emergencia en beneficio de todos quienes conformamos nuestra centenaria institución.
Este nuevo brote de contagios, reitera los legítimos cuestionamientos a la pretensión permanente de las actuales autoridades institucionales y de gobierno, de aumentar innecesariamente la dotación presencial, reducir los grupos de exclusión y restablecer los horarios de atención y trabajo a lo largo del país.
Hacemos nuevamente un llamado a nuestras autoridades a la prudencia, a priorizar la salud y vida de funcionarios y contribuyentes por sobre premuras injustificadas, y a trabajar junto a sus asociaciones de funcionarios en la definición estrategias que permitan transitar gradualmente y en forma responsable, a nuevas modalidades de trabajo que compatibilicen el restablecimiento de nuestros estándares de trabajo con la debida protección de nuestra salud, abandonando esta política de oídos sordos y arbitrariedad, que solamente tiene como consecuencia, arriesgar innecesariamente la vida y salud de nuestra comunidad.
DIRECTORIO NACIONAL ANEIICH
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