La Asociación Nacional de Funcionarios del SII expresa su más absoluto repudio a la acción de agentes represivos del Estado el viernes recién pasado, donde de forma brutal, cobarde e injustificada, dos carros blindados de carabineros aplastaron al joven Óscar Pérez, de 20 años, en el marco de las manifestaciones en la Plaza de la Dignidad, donde la acción descriteriada del gobierno local de llevar miles de efectivos policiales a “copar” la Plaza, impidiendo el acceso de la gente a la misma, devino en un estallido de violencia inusitada, con enfrentamientos que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada.
Óscar, quien es sobrino de nuestro compañero de labores Cristian Ludueña de AFIICH en la Comisión Técnica Tributaria Conjunta, fue operado en las últimas horas para la estabilización de cadera y rodilla, iniciando un prolongado proceso quirúrgico que buscará recuperar sus múltiples y graves lesiones y fracturas. Su familia nos ha contado que las primeras evaluaciones de su delicadísimo estado son buenas, agradeciendo las muestras de apoyo que han recibido.
Como trabajadores, como seres humanos, como padres, madres, hijos e hijas, no podemos sino expresar todas nuestra solidaridad con la familia de Óscar. La acción demencial de Carabineros, nos indigna por partida doble, no solo por el accionar negligente de un oficial que estrelló un carro blindado contra otro aplastando a una persona, sino además por la indolencia, casi criminal de los altos mandos de la institución, que han caracterizado el hecho como un simple “accidente de tránsito”, burlándose de una familia y de un país entero, confirmando que, además de corruptos y fiduciarios de la amplia variedad de sustancias estimulantes que provee la química moderna, Carabineros de Chile carece de humanidad y vergüenza, y los motivos por los cuales su credibilidad ante la opinión pública está irremediablemente en el suelo saltan a la vista.
Esta vergüenza internacional, y el espectáculo patético de nuestras autoridades de gobierno frente al tema, respaldando criminales y dándole la espalda a las víctimas, pasa a segundo plano ante las noticias de la salud de Óscar, a quien deseamos lo mejor. El camino de recuperación será arduo, largo y difícil, y desde ya cuenta con nosotros.
ANEIICH
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